Zahara de los Atunes

ZAHARA DE LOS ATUNES

     Una de las ciudades costeras más recomendables por su paisaje virgen, sus cristalinas y claras aguas, su costa de arena fina dorada, sus gentes, su gastronomía y tantos y tantos encantos es Zahara de los Atunes. Situada en un enclave privilegiado de la costa gaditana, esta pequeña ciudad destaca por su multitud de atractivos que han atraído durante siglos a civilizaciones, turistas y visitantes para contemplar las joyas que se ofrecen a aquel que este dispuesto a abrir mente y corazón y, por supuesto, a enamorarse de este bello rincón de nuestra geografía.

     Colocada, casi por la mano de Dios, a los pies de la sierra del Retín y la desembocadura del río Cachón, el Océano Atlántico baña cada centímetro de su costa de belleza agreste y prácticamente virgen. Limita con Barbate, pueblo hermano, y con la milenaria ciudad de Tarifa, estando tan solo a 73 kilómetros de Cádiz, capital de provincia, y a 177 de Sevilla. Esta privilegiada situación le hace disfrutar de un clima mediterráneo de temperaturas suaves, lo que se convierte en una invitación a visitar la ciudad en cualquier época del año.

      Zahara, pueblo costero y turístico, ha recibido un gran impulso económico en virtud de las actividades que permite la industria del turismo, como son los hoteles y hostales, el alquiler de viviendas para fines de semana y vacaciones, la construcción y los restaurantes y bares donde se disfruta de la excelente cocina de la zona. También, aunque cada vez más marginalmente, podemos encontrar también ganadería y la pesca, donde una de sus principales actividades es uno de los encanto de esta ciudad que, además, le da el apellido como es la almadraba, el arte milenario para pescar atunes en el estrecho.

     Una de las cosas que mantienen virgen el territorio y contribuye a la riqueza de la zona, es el área militar de la sierra del Retín. Mientras en otras localidades, la presencia militar no ha supuesto ninguna ventaja, ni por supuesto tampoco ningún perjuicio, en Zahara cobra una especial relevancia debido a que la presencia castrense en la zona está contribuyendo muy poderosamente al freno de actividades que podrían dañar el medio ambiente, lo que seguramente acabaría con muchos de los encantos de los aledaños.